domingo, 10 de octubre de 2010

LAS UVAS BARRUNTAN COPAS…III

Vinos ecológicos del Penedès

En esta oportunidad al comenzar una nueva aventura en la escritura de “Las uvas barruntan copas”…, me atrevo a describir la experiencia en septiembre pasado, de la visita y la amena conversación con gente que hace la historia de la zona del Penedès, y más que eso, acercarme a una filosofía, una forma de vida, un profesionalismo y un querer hacer las cosas de forma algo diferente a los demás.
De diversas culturas y pueblos con un elemento en común, el amor a la tierra y al buen vino, nace el afecto del Penedès a la viña, y aunque los tiempos han cambiado y las gentes también, ese afecto a la viña y al vino no ha variado. Nace el siglo IV a.C con la llegada de los foceos, pueblo griego de Focea en el Asia Menor, como lo atestigua la presencia de las ánforas púnicas, y se consolida con la invasión de los romanos, pueblo conocido por su arraigo en cultivar la vid y aprender a permanecer, como elemento en el desarrollo de los pueblos dominados. Muestra de ello, la presencia .de ánforas y prensas de viga utilizadas en la “torcularia”.
El paisaje del Penedès es cálido y suave, bañado por la luz dorada del mediterráneo y marcado por las civilizaciones que han dejado su huella a lo largo de los siglos.

La comarca del Penedés ha logrado el respeto de la comunidad internacional, no sólo por su producción de Cava, reconocido desde 1872 como vino espumante de calidad y competitividad, sino, hoy como Denominación de Origen (DO), desde 1960 produce vinos blancos de alto nivel; vinos rosados, de aguja y baja producción en vinos tintos con altas cualidades.
Posterior a la plaga de la “filoxera” que extermino las viejas viñas, comienza la renovación de cepas con la utilización de pie americano y es en 1903 cuando Joan Albert i Rovirosa se encarga en Can Vendrell, pequeña estancia en la “Costers de l´Ordal” en los sinuosos recodos de la carretera de Sant Pau d´Ordal en Subirats y nace la historia que sus generaciones continuaran y darán a los cultivos con técnicas de tradición, la oportunidad al nacimiento de vinos de calidad.
Joan Albert i Rion, y más tarde Joan Albert i Carbó son los que toman el testigo del relevo; sin embargo es en 1972 cuando Josep Ma. Albert i Noya en su forma de conceptuar las cosas, en la distancia, observa las experiencias de Nicólas Joly, el más apasionado adalid de la biodinámica de toda Francia y las teorías de Rudolf Steiner de finales del siglo XIX; y comienza los primeros vinos ecológicos del Penedès, imprimiéndole ese elemento de gran originalidad, que se manifiesta en una frase del mismo Josep Ma.: “Si no experimentas, te adocenas. Y eso es el fin. Para sobrevivir, ¡singularízate!. Diario La Vanguardia, 22 Mayo, 2010.
En esos términos, otros productores como el caso de la familia Torres-Bodegas Torres (Sr. Miguel A. Torres), de gran proyección nacional e internacional, también se orientan a una viticultura exenta de insecticidas y herbicidas (viticultura integrada) y en donde la aplicación de modernas técnicas biológicas ha dado excelentes resultados; unido a otras medidas ambientales de conservación animal y de manejo de las aguas, de donde pareciera ser un todo integral a una filosofía de vida, en la gente de la vid en toda la zona del Penedés.
Albet i Noya es una bodega instalada en la población de Subirats, en el Penedès. Sus viñedos, unas 76 hectáreas, se hallan en el extremo oeste de la sierra del Ordal. Los suelos, son pobres en materia orgánica y se asientan sobre un lecho de terreno calcáreo, con más o menos arcilla o arena según las parcelas y ricos en magnesio, con lluvias de 400 l/m2 de media anual y ausencia de granizo.
Los suelos, son pobres en materia orgánica y se asientan sobre un lecho de terreno calcáreo, con más o menos arcilla o arena según las parcelas y ricos en magnesio, con lluvias de 400 l/m2 de media anual y ausencia de granizo.
Presenta dos grandes características: el tratamiento ecológico de las viñas y la investigación experimentación de nuevas cepas y su industrialización.

Un nuevo tratamiento ecológico de las viñas al eliminar el uso de insecticidas y pesticidas químico-sintéticos que afectan el proceso natural del crecimiento y de la maduración de lauva. La calidad de estos vinos resulta de la suma del cultivo tradicional, uso de arcillas sulfuradas, el uso de abonos verdes (hierbas sembradas entre la hilera de vid, equisetos) uso de ortigas, algas marinas y aspersión de extractos de romero que aportan nitrógeno, carburo- y celulosa –y el uso de sales de cobre y azufre (en primavera). Además de usar los clásicos preparados bio-orgánicos con bosta de vaca y plantas silvestres recogidas durante la noche de San Juan, es una suerte de homeopatía para la tierra…
Resultará bajo rendimiento, alta calidad y cepas resistentes a las plagas. Las cepas que se cultivan Tempranillo, Syrah, Viognier, Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonnay, Xarel-lo, Parellada, Macabeo, Muscat de Alejandría, Sauvignon Blanc.
En la vendimia, el hecho de entrar uva perfectamente sana en la bodega permite a Albet i Noya trabajar sin sulfuroso. En el caso del vino tinto no se agrega hasta que el vino ya ha completado la fermentación maloláctica y por lo tanto ya está acabado. En el caso de los vinos blancos, se añade pequeñas cantidades en el momento del desfangado. Tampoco se utiliza levaduras seleccionadas. Las levaduras utilizadas en la bodega son todas autóctonas del Penedès.
Los depósitos de fermentación disponen de una instalación de gas inerte (una mezcla de nitrógeno con carbónico) para prevenir posibles alteraciones en el vino. Una vez más, hacemos énfasis en la prevención: como no se puede corregir el vino químicamente, vigilamos en todo momento la higiene. Todos los elementos de la bodega se limpian con agua caliente (hasta 90º C) a presión, y no se utilizan productos químicos.
Los vinos que resaltan, para el gusto del escritor, dentro de 17 vinos tranquilos y 7 vinos espumantes, son:
“Reserva martí” (Tempranillo, Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot) valorado con 92 puntos por el crítico Robert Parker; con un año en barricas de roble francés nueva y dos años en botella. Este vino, procede de las viñas más viejas de la propiedad, es el reflejo y primera reserva de la Bodega. Después de 15 años trabajando con vinos monovarietales, buscando los taninos, los aromas, el color... es el producto más elaborado en la búsqueda de un vino más difícil y complejo.
“La Milana” (Cabernet Sauvignon, Merlot, Caladoc y Ull de llebre-tempranillo), barricas nuevas de roble francés durante 13 meses. Definido por Josep Ma.”.. buscamos aquel tanino que hace pasta aterciopelada en la boca, aquel sabor de piel madura, aquel roble de grano fino…”
“Petit Albert Blanc” (40% Chardonnay 60% Xarel•lo), sin crianza y destaca por su delicadeza y finura, frescura aromática y ligereza que lo hace característico de su juventud.
Destacan dos cavas de alta calidad: “Cava Brut 21” (57% Chardonnay y 43% Parellada). Este coupage le confiere unas características de frescura y sedosidad que se apartan del tipismo del cava. Envejecido por 18 a 24 meses. Se ha elaborado por el método tradicional.
El otro espumante es “Cava Barrica 21” (Chardonnay y Pinot Noir). Se trata de un cava muy particular y pionero en la utilización de la Pinot Noir como variedad en la zona. Al mismo tiempo, el Chardonnay se ha fermentado en bota de roble francés nuevo, lo que le confiere unas particularidades muy especiales respecto a los cavas tradicionales. Envejecido por más 24 meses. Estos espumantes se comercializan con fecha de degüelle para garantizar frescura en su consumo.
Y dejé de último dos vinos, productos de la investigación y la experimentación con nuevas cepas, uno tinto “BeLat” (uva Belat) a quien Robert Parker otorgó 94 puntos y otro blanco de alta calidad, “LebLanc XXV” (60% Viognier, 40% Experimental-blanca XX).
El BeLat es la primera variedad de uva del proyecto de recuperación de variedades antiguas que se ha llevado a cabo en Albet i Noya desde el año 1999. Su ADN (ácidos nucleicos) indica que es autóctona y única, es la que identificábamos con el Número 2 (tinto), y de la que dispondremos sólo de unas 300 a 500 botellas de cada cosecha hasta el 2015 o 2016. Belat viene de velado y significa algo que estaba cubierto por un velo - en este caso por el velo del tiempo - y da un vino que recuerda mucho los Sumoll (vitis vinífera) y el Pinot Noir, (Borgoña) sin una gran capa de color, pero con unos aromas muy finos de tabaco de pipa, mentolados, una estructura tánica aterciopelada dulzón, que da el sabor fresco y elegante de los grandes vinos. La estancia en barrica le dará el sello que tiene un vino del más alto nivel.

Leblanc XXV, vino blanco elaborado con la variedad Viognier (V) que ha fermentado, la mitad en barrica nueva de roble francés y la otra mitad en depósitos de acero inoxidable.
Ensamblado con dos variedades experimentales (X-X), recuperadas de viñas antiguas abandonadas. Se cree que estas variedades pueden ser de la época pre-filoxérica y muy interesantes por su mayor resistencia a las enfermedades más habituales. Con color amarillo limón y ribete verde, brillante. Aromas marcados de azahar, frutas blancas (pera, melocotón, níspero). Tiene peso en boca, resulta denso en el paso, muy largo y con un retrogusto marcado por las frutas blancas y la miel de romero.
Después de una agradable degustación, convertida en cata, dejamos la bodega Albert i Noya y a Can Vendrell de la Codina en un recodo del Penedès, pero no así la mágica huella de los vinos y espumantes que conocimos, y con la obsesión de hacer algo diferente, en un territorio que parece suspirar el embrujo suspendido en el tiempo, ajeno a los ritmos mundanos, que conllevan a evocar el caminar de las estaciones sobre el paisaje y el trasiego humano.

Amando Martín Peña
Alumno de Sommelier
Academia de Sommeliers de Venezuela
Reconocimientos: Doy las gracias al Sr. Josep Ma. Albert i Noya por el tiempo que dedicó a nuestra visita y al Sr. Salvador, técnico de la Bodega.
Aclaratoria: Este artículo se realizó sin ninguna aspiración comercial o mediática, más que mostrar aspectos del mundo del vino que para un aprendiz de oficio, son de interés en lo más elemental del aprendizaje, que es la curiosidad.