miércoles, 18 de junio de 2008

Top Wine Spain... vinos españoles


Aunque quizás no con el mismo
empuje o prominencia
mediática que su cocina
de vanguardia ha tenido
en los últimos años, la industria del vino en España ha sufrido también una transformación radical en las últimas décadas.
La manifestación más relevante de dicho cambio ha sido que la calidad ha prevalecido de manera importante sobre el volumen en la preferencia de los consumidores. Atentos a y responsables de esa modificación han sido los hacedores de vino, que cada vez se preocupan por hacer vinos mejores y más distinguibles, con nuevas expresiones de vid y terruño. Así han ido apareciendo y consolidándose también nuevas zonas productoras, que demarcan esas singularidades de uva y terruño en un extenso mapa que busca aunar calidad y geografía.
De la mano de bodegueros muy experimentados, de talentos innovadores, y de jóvenes promesas con visión y preparación, la industria vitivinícola española ha dejado de ser una más, para posicionarse en la cima de la producción de vinos de calidad a nivel internacional. Altísimas puntuaciones de los más exigentes críticos de vino del mundo, puntajes perfectos, una buena valorización del producto y cada vez más y mejores vinos caracterizan la oferta de vinos españoles en y fuera del país.
Pero contrario a la alta cocina, reconocida y seguida por todo el planeta, la asignatura pendiente de la generación actual del vino español es divulgar y difundir al mundo entero esos tesoros que encierra. Es precisamente esa repercursión el objetivo de TopWine Spain, un evento de élite que congrega a líderes de opinión y “decisión-makers” internacionales para conocer de primera mano esa oferta.
En su segunda edición, recién celebrada en Sevilla, TopWine Spain reunió a sesenta de las más selectas bodegas españolas para presentar a profesionales internacionales del servicio, ventas y comunicación especializada en vinos, un escaparate de vinos de alto nivel con un perfil enfocado en el consumidor con un conocimiento sofisticado del producto, ávido de explorar propuestas poco convencionales, con mucha originalidad y de limitada producción.
Si bien en TopWine Spain se destacaron bodegas de trayectoria y tradición, como varias riojanas, que precisamente se mantienen en la cima por la consistencia de su oferta, en el evento se destacaron novedades y tendencias. Entre ellas: (a) zonas productoras menos tradicionales o emergentes como Somontano, Navarra, Alicante, Andalucía o Yecla; (b) persistente tendencia a revalorar cepas muy regionales o autóctonas como Monastrell o Prieto Picudo; (c) fortalecimiento del uso en vinos monovarietales de cepas tradicionalmente usadas en cupajes, como la Petit Verdot, la Cabernet Franc o la Graciano; (d) cada vez más frecuentes crianzas en lías para blancos, como en los casos de Rueda o Rías Baixas; (e) curiosidades como blancos de tierras tradicionalmente tintas como Rioja o Priorat y tintos en tierras donde acostumbran a dominar blancos como los de la Tierra de Cádiz o Ronda.
También se pudieron conocer vinos, como los navarros de Señorío de Arínzano que hace tan sólo pocos meses advinieron al rango de (f) Denominación de Origen de Pago, así como (g) incursiones en nuevas zonas productoras de bodegas ya conocidas en otras, y (h) propuestas que buscan distinguirse del perfil grupal de vinos de su zona de procedencia recurriendo a estilos diferenciados de elaboración.

tomado de http://www.viajesyvinos.com/

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