


Es complicado transmitir conocimiento y no sentir pasión por la profesión, muchas veces quisiera que estuvieran dentro de mi corazón para que comprendieran lo mucho que amo al vino.
En estos días he disfrutado de maravillosas experiencias con mis alumnos que comparto con Leo, por supuesto.
A finales de febrero nos reunimos con mas de 40 sommeliers, para celebrar los 17 años de la Asociación Venezolana de Sommeliers y la firma del convenio de la Academia de Sommeliers con La Universidad Simón Bolívar, oportunidad para que todos juntos como compañeros tuviéramos una merecida Cena de la mano del chef Federico Tischler en el Restaurant Sibaris, conseguirnos en Caracas con el placer de beber maravillosos vinos, poder comentarlos y acompañarlos de una deliciosa comida, fue una experiencia que debe repetirse más seguido. Nuestras vidas están condicionadas por obligaciones algunas placenteras como el vino otras menos placenteras, esta oportunidad única se la debemos a alumnos como Daniela Borjas y Juan Vicente Zerpa que la organizaron divinamente, además del apoyo incondicional de Marcela Silva de Tamayo, demostrando con su presencia y la oportunidad de degustar vinos como: Veuve Clicquot, Martín Codas, Cheval de Los Andes, que nos valora mucho y Karol Ivusa de Palacio de Otazu, gracias a ambas por su apoyo….
Inmediatamente el 4 de marzo nos embarcamos en una maravillosa aventura…


Iniciamos el viaje bien cargados con unos paninis que hizo nuestra compañera Shirley Fiasco exquisitos y variados junto las burbujas de Pomar Brut, teníamos todas las intensiones de ver una película Buen Año.. pero el regeton, la lambada y Olga Tañón dominaron el ambiente para hacer un poco de ejercicio. Llegamos muy tarde a Barquisimeto, al día siguiente comenzaba la visita a Destilerías Unidas, la anfitriona nuestra alumna y compañera Doris Aguilar y el mismo Presidente de la compañía Sr. Ballesteros...Nos recibieron con un almuerzo de la mano de Alejandro (sobrino de Ballesteros), degustamos platillos típicos de la zona acompañado de los vinos de Echeverria y Finca Omblanca, para cerrar con Saruro, orgullo nacional. Luego apreciamos la cata olfativa de los distintos alcoholes y rones de Destilerías Unidas (el secreto de la casa), nos dividimos en dos grupos y comenzamos la visita a la Destilería. Caminamos dentro de la planta, probamos melaza, vimos de muy cerca las cubas de fermentación de la melaza y la cebada, la impresión de olores era inolvidable, en algunos lugares era aterrador caminar por el ruido y el miedo, además que era de noche, nuestro guía incluyo cuentos de terror.


Los invitados especiales el Sr. Ballesteros y los vinos de Casa Silva, degustamos cuatro maravillosas etiquetas: Gran Reserva Carmenere, Syrah, Cabernet S. y la joya Quinta Generación.
En una próxima edición les contaré de la visita a Bodegas Pomar.
Escrito por /Dayana Medina
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